De un modo u otro…
Entre las numerosas conclusiones que podemos extraer de estos meses de pandemia es el hecho de que el paradigma de la formación ha cambiado, es decir, la presencialidad ha dejado de ser un requisito necesario para convertirse en prescindible y evitable.
Ventajas de la Formación OnLine
- Una de las más importantes es la comodidad del alumno. Atrás quedarán los tiempos donde el alumno debía acercarse al centro con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero en transporte. Que eviten sufrir las inclemencias del tiempo mientras se acercan al lugar para ser formado es otro plus de comodidad.
- Una consecuencia inmediata relacionada con el apartado anterior es la rentabilidad del tiempo. Si el alumno no tiene que desplazarse, puede dedicar ese tiempo a hacer otras actividades educativas o de ocio
- Las nuevas tecnologías acercan a profesores y alumnos rompiendo las barreras geográficas. Los alumnos no tienen necesidad de conformarse con la opción más cercana y pueden comparar más alternativas.
- Existen aplicaciones de comunicación que permiten gestionar un aula con varios alumnos e impartir la clase exactamente que si fuera presencial. Lo único que debemos asegurarnos es disponer de una buena conexión.
- La portabilidad que le permite al alumno recibir la clase allá donde se encuentre con solo disponer de una buena conexión y un dispositivo para recibirla. En este sentido los portátiles, móviles y tablets actuales disponen de una calidad excelente.
- Se aprovechan los recursos multimedia de tal forma que la clase es didáctica y amena.
- Desarrollo de marca y de una imagen Los límites son los que el docente se quiera imponer.
- Existen plataformas de compras online que facilitan las transacciones haciendo que la gestión de cobros y pagos sea sencilla.
- Reducción de costes al no ser imprescindible alquilar unas instalaciones e incurrir en gastos de alquiler / hipoteca, servicios generales y recursos humanos. Por otra parte si es necesario invertir en una web ya que será la imagen que verán los alumnos.
- Debido a la situación excepcional del COVID, la protección del salud y la garantía de seguir formándose ante la posibilidad de una cuarentena proporciona una gran seguridad.
Siempre hay resistencia al cambio…
- Se afirma que no es lo mismo impartir en presencial (pizarra de tiza clásica) que en pantalla. Detrás de esta afirmación se esconde una estereotipación tecnológica. La explicación se desarrolla e imparte en pizarra virtual y si se evalúan los pros y contras de la pizarra clásica a la virtual, la balanza se inclina hacia la formación online.
- Otra afirmación estereotipada reside en el concepto de lo que implica formación online: para algunos solo es subir documentos en formato PDF a un campus online o en caso de impartición leer un documento a viva voz. Es cierto que permite subir contenidos pero también existe una interacción y contacto con los alumnos. El secreto reside en una planificación docente y una dinamización del alumnado. En este sentido la formación online es muy potente frente a la tradicional.
- Se juzga la falta de calidad de los contenidos, la inexistencia de nivel formativo o que solo son contenidos grabados. Se trata de una inferencia ilícita. Esa crítica es igualmente aplicable a la formación presencial: también es verdad que hay malos profesores, cursos pésimos y docentes que año tras año repiten los mismos apuntes, los mismos chistes y las mismas anécdotas.
En conclusión…
Debemos aceptar la nueva modalidad de formación online, no como una amenaza sino como una oportunidad. Será un nuevo reto y un futuro prometedor.